La palabra por sí sola nos impacta, ya que, a lo largo de la historia, se ha asociado con prácticas negativas. Pero aquí no hablamos de tortura ni azote, hablamos de divertirnos con nuestra pareja de una forma diferente, practicando un poco de sexo duro, dándote la oportunidad de hacer juegos de rol y dominación para excitarte hasta límites inimaginables.
Pasos a seguir:
Sadomasoquismo es una palabra que engloba dos términos diferentes: sadismo que es el placer que se genera cuando humillamos o maltratamos a alguien y masoquismo que es cuando el placer es ser maltratado por parte de quien lo inflige. Esto suena muy fuerte y extremo, pero la realidad es que cada pareja llega tan lejos como quiere llegar. No hay necesidad de ser demasiado violento o duro al tener relaciones sexuales como esta. Es importante superar los tabúes y atreverse a vivirlo todo junto de forma sana en pareja.
Este tipo de sexo es más conocido como BDSM, una práctica que engloba diversas preferencias:
Bondage: Las personas que practican bondage se excitan al ser atadas con una cuerda y nudos. Y usan kits de bondage con látigo, antifaz y más!
Dominación: Personas que disfrutan ser el jefe y dominar la situación sobre su pareja. La otra persona se conoce como sumisa. Si quieres saber más sobre esta rama del BDSM, echa un vistazo a nuestro artículo sobre qué es dominante y sumiso.
Sadismo y masoquismo: ya los hemos descrito anteriormente, aunque la diferencia entre estas y las prácticas descritas anteriormente es que el S&M implica dolor o infligirlo necesariamente, mientras que los otros dos no necesariamente, pero pueden hacerlo.
Antes de practicar sadomasoquismo con tu pareja, ambos debéis hablar y tener claro qué pasará y qué límites queréis explorar. Este juego hardcore puede ir desde un mordisco más fuerte de lo habitual en los pezones, ropa provocativa de cuero y látex hasta un juego de dominación en el que uno castiga al otro. Los límites los marcan ustedes mismos, pero tened presente el respeto. Si ambos no disfrutan haciéndolo entonces no tiene sentido, es un juego de dos no lo olvides.
Los límites deben ser muy claros y si te animas a practicar sexo realmente duro recuerda establecer señales para avisar a la otra persona cuando es el momento de parar. Este tipo de códigos entran en juego en parejas para las que el BDSM es un hábito, en tu caso, si sólo quieres jugar un poco más duro de lo normal, basta con saber qué quieren experimentar.
Dentro de este tipo de juegos existen varias posibilidades, el bondage es la primera, un juego donde atar a tu pareja es la clave del placer, puede ir desde una simple bufanda hasta unas esposas o diferentes tipos de juguetes sexuales. Recuerda que intentarlo es la clave.
Ser dominatriz también es muy excitante para la mayoría de mujeres que se atreven a jugar al sadomasoquismo con sus parejas. Tú controlas mientras recibes. ¿Qué tal una pequeña penetración anal? Ella lo penetra gracias a un arnés, práctica conocida como pegging que realizan muchas parejas en todo el mundo, un juego muy placentero para ambas personas.
Los juegos de roles son clave para disfrutar del sexo duro o del sadomasoquismo. ¿Por qué castigas a tu pareja? ¿Por qué el otro lo disfruta? Si se porta mal, ¿merece ser castigado? Juegos como el del profesor y el alumno, entre muchas otras fantasías sexuales, son geniales para este tipo de eventos.
No olvides llegar tan lejos como ambas personas quieran. Y si no sabes por dónde empezar, ¡no te puedes perder los mejores juguetes sexuales para sexo duro como esposas, látigos y cuerdas especiales bondage para una práctica muy divertida y excitante!